A veces, cuando estoy en ese momento pre-siesta donde elijo entre poner o no poner música se me vienen a la cabeza esas preguntas existenciales que me hacen entrar en crisis. Hace unos meses atrás la pregunta "Qué estás haciendo con tu vida?" me aterraba, me daba pánico y una vez más volvía a caer en la crisis de siempre 'vivo pero no siento que vivo' Entonces, hace más o menos un mes sin darme cuenta esa pregunta empezó a llenarse de respuestas lindas. Me empecé a sentir conforme con lo que estoy haciendo con mi vida, como que sentía que las cosas empezaban a cambiar, que estaba mejorando en lo que quería mejorar y que en realidad estaba en el camino correcto para llegar a donde quiero. Hoy me di cuenta que mi vida a cambiado un montón hoy a lo que era en agosto. Nada me angustia, nada me da miedo, nada hace que mi cuerpo vuelva a sentir eso que sentía antes. El sábado alguien decidió robarse todas las claves de mis cuentas virtuales y con cero angustia, después de mi siesta, decidí solucionarlo. El sábado llamaron a mi casa a las 5 a contar que mi papa estaba enfermo y tome las cosas con muchísima calma. Fue el sábado que me di cuenta que todo estaba tomado forma, que la crisis acababa de terminar y que al fin me podía empezar a sentir bien. La vida es eso que pasa mientras uno va cambiando. No sé cuando paso, no sé como lo hice. Hoy soy esa Nidya que siempre quise ser. Sin darme cuenta, hoy acabo de cumplir con mi primer ítem en la lista de mis propósitos para este año. Si mañana tengo que morir, voy a morir increíblemente feliz.
Igual, les tengo que confesar que tengo un poco de miedo de volver a lo de antes, no quiero contagiarme de esa angustia otra vez, no quiero y no va a pasar. Tengo la teoría que estamos hechos de lo que nos rodea, chequea con quien hablas, con quien comes y con quien compartes tu vida. Libérate de la mala energía y si es inliberable (mamá, papá, hermanos) intenta escucharlos menos y escucharte más.
Que anden bien!