Hace un par de
semanas que ando prometiendo cosas, no me di cuenta que lo hacía con tanta frecuencia,
hasta el sábado que pasó. Entonces me preocupé. Porque una promesa
es sinónimo de desconfianza, es decirle al otro ‘lo voy a hacer quédate
tranquilo’, ¿por qué cuando uno no promete no hay garantía de que uno lo vaya a
hacer? Una promesa es como presentar un
papel que diga 'si lo voy a hacer, sea como sea' porque definitivamente el otro
no confía en que tu puedas hacerlo. Yo soy de las que confía poco o nada en la
gente. Claramente a mi muy pocas veces me cumplieron las promesas y esas
son cosas que se quedan grabadas y te marcan. Yo no te creo hasta que no me lo
prometas. Porque con una promesa me aseguras que un futuro las cosas van
a salir como yo las pido. Una promesa no es un de repente, un quizás, una
posibilidad, una promesa es un hecho. Es decirle al otro 'cuenta con eso' Eres
responsable de lo que prometes, debes mover cielo y tierra para cumplirlo,
necesita de esfuerzo y sacrificio, muchas veces tienes que arriesgar, pero si
lo prometiste tienes que cumplirlo.
Porque no cumplir con una promesa es tener una voz en la cabeza que te dice que
tienes una deuda y que te persigue todo el tiempo.
Para cumplir una promesa hay que tener fe. Para cumplir una promesa hay que ser
perseverante. Para cumplir una promesa hay que darle valor a las palabras. Una
promesa es un juramento donde la palabra es la garantía.
Y cuando la promesa es complicada y demanda esfuerzo no queda más que
arriesgar, jugártela y sufrir si es necesario, porque siempre lo prometido es
deuda. Y las deudas se pagan sea como sea.
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