Esto pasa cuando llegas a Agosto y te das cuenta que te quedan 4 meses y dos semanas con esos amigos que conocen desde el frizz de tu pelo hasta tu recuerdo más triste. Está claro que yo soy la sensibilidad con patas, pero el colegio ya casi me esta cerrando las puertas en la cara y yo no puedo dejarlo pasar. Estas son las canciones que me acompañan a llorar, los viernes y sábados a la noche, porque mientras algunos se enfiestan y otros tuitean... yo me lleno de angustia y pena porque voy a perder para siempre a mis amigos. Y es básicamente eso, no quiero llorar pero es lo que hay.
Cuando uno aprecia a los demás es casi imposible no llorar cuando se termina un ciclo, cuando se despiden o algo por el estilo. Es normal, algunos lloran a moco tendido, otros se hacen los fuertes, y están los que quizás ni se inmuten porque no les importa.
ResponderEliminarRepaso de las entradas anteriores. La de dar sin recibir nada a cambio, yo soy bien consciente y una afectada de eso, también me pasa como a vos, cuando yo necesito me doy vuelta y estoy sola. Igual a veces me pongo en actitud de víctima, por lo que si recibo puede que te diga que no. Y ahora no me acuerdo, porque también a veces me acuerdo lo que me conviene.
Lo de desconfiar de los demás, es cierto, pero inevitable, quizás sea por experiencia, o porque la vida nos hace esperar mal de la gente. Quién sabe.
Que andes bien