De repente una de mis mejores técnicas para resistir
es pensar en el otro, cuando alguien me hace algo malo pienso que
hay alguien al otro lado del mundo o en el dpto. Del costado pasando
exactamente lo mismo que yo; alguien que siente como yo, igual no parecido.
Alguien que en este momento llora conmigo…
Eso me hace volver a
confiar, ese es el impulso para seguir viviendo como antes, sin prejuicios, sin
odiar a nadie. Porque de repente eso es lo que necesita el ser humano para
seguir, saber que no es el único, saber que no está solo. Porque está claro que
Dios nos creo para depender del otro, porque es algo natural, nadie puede vivir
solo por eso nadie puede sufrir solo tampoco. Nos duele más la idea de ser los únicos
sufriendo que el verdadero sufrimiento, es ahí cuando nos preguntamos ¿por qué
a mí? ¿Qué hice yo? Esa es una pregunta sin respuesta, no es que todo te sale
mal, no es que naciste fallado, no es que es un castigo divino. Todos sufrimos
en algún momento, unos lo demuestran más, otros simplemente lo esconden en una
sonrisa y a otros no los vuelves a ver porque la tristeza los mato en vida. Es
que a veces no entiendo como a la gente le encanta el papel de víctima, no
entiendo porque les gusta sufrir. Hay mil maneras de quitarse la pena, mi técnica
es una de las más eficaces, porque es que es así, no somos los únicos pasándola
mal, hay miles de millones de habitantes pasándola igual o peor que nosotros.
Hay alguien que también llora solo, hay alguien esperando a ese alguien que
sabe exactamente (y no supone) lo que se siente. Hay alguien que espera ese abrazo reparador
que tú necesitas, hay alguien que necesita ese consejo que le permita seguir
adelante. Y con que no seas el único ya es suficiente para saber que darle
vuelta a la pagina tiene sentido… Vale la pena.
Y la vida es tan vueltera, que pasan los años y haces nuevos amigos, conoces
nuevas personas,y quien te dice que uno de ellos vivió algo como lo tuyo en el
momento exacto en el que tu lo viviste. Estas ahí para abrazarlo y decirle ‘Lo
superamos juntos pero separados’
No es que yo no tenga
días de bajón, queda clarísimo que soy adolescente y re susceptible. Cuando hay
que llorar, lloro. Pero después de llorar doy vuelta a la página y digo this too shall pass... porque estoy convencida
que por ahí, alguien dice exactamente lo mismo.
Todo esto es algo que descubrí cuando me hice el blog. Antes pensaba que era la única que pasaba por tal o cual cosa, y cuando empecé a plasmar mis sentimientos, pensamientos, situaciones en el blog descubrí que había estado siendo sumamente egocéntrica. Porque muchos me dijeron que pasaron o pasaban por lo mismo y me daban sus palabras de aliento. Es algo increíble lo que un lindo comentario te puede producir en esos momentos.
ResponderEliminarTe adoro, nidyta!
Que andes bien
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