7.4.11

A falta de endorfinas, solo queda escuchar al corazón.

Hace exactamente una semana que no conozco de endorfinas, hace una semana dejé una de las cosas que más me gustaban en la vida, le dije adiós a los dulces. A lo que probablemente me hacia tan feliz y activa. Ahora, debo admitir que la única parte dulce de mi día está en mi chapstick de cereza que no saco nunca del bolsillo. Es difícil, pero no imposible. El problema está en los efectos secundarios, algo que mi médico no me explico y que mi cerebro no tenía ni idea.

Las endorfinas son probablemente una de las hormonas que tenían más presencia en mi vida, ahí la respuesta de mi felicidad y positivismo permanente. Se lo debo a un par de chocolates y mi yoga matutino. Ahora, probablemente perdí más del 50% de las endorfinas que diariamente me hacían estar tan bien. La falta de endorfinas te hace más sensible, más vulnerable, más humana, más infeliz. Y aquí están los efectos secundarios mis queridos, hace una semana tengo una voz metida en mi cabeza. Hace una semana que siento cosas distintas, y como el resto de las mujeres comunes y corrientes caí en esa cosa de la cual parece no se puede salir. Me enamoré. Me enamoré de alguien que no sé si conozco bien, pero creo que conozco bastante. Trate de decirle a ese sentimiento que se vaya al carajo, que yo no quiero llorar por amor, que yo no estoy para esas tonterías, que yo soy casi una adulta, que no estoy para perder el tiempo. Pero sí, mi falta de endorfinas hace que cada vez que estoy sentada pensando en nada, aparezca este personaje no muy lindo pero que  para mí ya es un Peter Lanzani en mi cabeza y no me suelte más. Sé guardar secretos, pero una semana ya es too much, se lo tenía que contar a alguien, descargar esto que me tiene bastante desubicada de la vida. Siento que si como un chocolate puedo acabar con la pesadilla, pero lo intente tres veces y mi estomago lo rechaza. 
Básicamente, esto es lo que me pasa hoy no hay manera de volver el tiempo atrás y no sé si es algo lindo pero hoy por primera vez en mi vida estoy enamorada. Se siente lindo, pero sé lo que se me viene. 
No, no voy a encarar. Porque la caradura de Nidya, tiene miedo, no se siente tan valiente para hacerlo. Después de mandarles a todos la misma historia que hay que decirlo, que no hay que guardar lo que sentimos, hoy como siempre no puedo seguir mis propios consejos. Hoy a mi no me da la cara para decirle nada. No tengo miedo al rechazo, solo sé que mi boca no va a poder articular palabra cuando le vea la cara. No pensé que lo iba a decir tan pronto pero por la recalcada concha de la loca puta, Estoy enamorada y  es una de las pocas cosas que no sé solucionar ni controlar.


¿Alguien por ahí que me diga como desenamorarme?

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