5.4.11

Pequeñas grandes cosas #1



¿Alguna vez sentiste tu corazón latiendo más rápido por alguien? ¿Alguna vez  te dio un ataque de nervios cuando lo viste conectado? ¿Alguna vez te sentiste Dios cuanto te dijo hola? ¿Alguna vez se miraron y sonrieron juntos? ¿Alguna vez te preocupaste cuando lo viste mal? ¿Alguna vez tuviste insomnio por no poder dejar de pensar en él?

Bueno, no es histeria femenina, no es que estas mal de los nervios, no es adolescencia. Es amor, es magia, es algo inexplicable. Puede que nunca te pongas de novia -habla la voz de la experiencia- pero siempre hay alguien que te acelera el corazón. Siempre hay alguien que te hace sentir linda. Siempre hay alguien que te ama y que tú amas. A veces son estas pequeñas grandes cosas las que me hacen sentir viva, esos sentimientos que no puedes explicar porque te faltan palabras, Esas sensaciones que son únicas y muy difícilmente se vuelven a vivir. Cositas en la panza, que las sientes solo una vez en la vida. A mí me pasa siempre y no quiere decir que precisamente esté enamorada, quiere decir que siento, que amo. Que hay alguien que me importa más que el resto. Hoy mientras hacía Yoga sentí eso, esas cositas en la panza que no puedes explica, esos sentimientos que valen más que toda la cuenta bancaria de Bill Gates y que para algunos son tan difíciles de encontrar. Gracias al cielo para mi es re fácil, yo me emociono rápido, siento esas cositas siempre. A mí se me pone siempre rápido el corazón, a mí se me pone la piel de pollo, a mí me dan nervios, a mí me dan ataques de risa, a mí me dan ganas de llorar. Todavía tengo eso que pocos tienen, todavía puedo ver más allá de la cara y el cuerpo. Puedo ver y sentir lo que realmente son y eso es algo que aunque parezca pequeño es lo más grande de la vida. Dicen que no hay momento más feliz que el de ser padre, será porque  es un momento lleno de sentimientos encontrados, donde lloras de felicidad pero también sientes miedo. ¿Se dieron cuenta que los mejores momentos de la vida son cuando sientes algo distinto? Bueno, disfrútenlos porque aunque parezcan poca cosa no tienen precio.


Hoy me di cuenta que todavía soy frágil, vulnerable, llorona. Que todavía puedo disfrutar de un abrazo, que no caí en la superficialidad y eso para mí no tiene precio. 


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