11.10.12

A veces, solo a veces.

Yo era de ese tipo de personas radicales, o era si o era no. Para mi no había un término medio al momento de tomar decisiones. Tenía respuestas inmediatas, inconscientes  tan rápido como me invitabas a comer te respondía que no quería ir. Soy,como dirían mis amigos, la honestidad con patas. A veces un poco mucho, a veces demasiado. No me gusta que hagan las cosas por mi, no me gusta que me inviten algo, no me gusta que paguen el taxi, no me gusta y no dejo  que lo hagan. 

Pero a veces, solo a aveces, hace bien que alguien te invite a comer, a veces hace bien que alguien pague el taxi por ti, a veces se siente bien que el otro -que no necesariamente es tu novio o algo parecido- haga algo simplemente porque le importas. Yo era de las que odiaba que me alcancen algo, porque yo tenía dos manos y podía hacerlo, odiaba que me inviten, que me ayuden, pensaba que si las cosas son para mi pues soy yo la única que tengo que hacerlas. No me gusta deber nada a nadie pero ahora aprendí que a veces, hay favores inolvidables. Cosas que nunca pediste, pero que alguien quiso hacer por ti, porque si. Nadie te va  a sacar en cara nada después, porque así como tu estas dispuesto a hacer todo por alguien, alguien puede estar dispuesto a hacer todo por ti.


Igual no esta bueno acostumbrarse, eso pasa de ser algo lindo para convertirse en conchudez y frescura extrema, algo que por lo menos para mi esta pésimamente visto.

1 comentario:

  1. La otra vez mis compañeros de la facu hicieron una salida grupal a la que no fui por no tener plata y querer reservarla para el cumpleaños de un amigo. Dos amigas de la facu fueron y en el boliche me mandaban mensajes. Una de ellas me dijo que era una boba, que me habían dicho que no importaba que no tuviera plata que fuera y ellas pagaban los tragos y me dijo "Hoy por mí y mañana por ti". La adoré, y la verdad es que tengo la suerte de tener amigos así, que son desinteresados y hacen favores sin esperar nada a cambio. Sin embargo, como bien vos decís, no está bueno acostumbrarse. Desde mi punto de vista lo veo como ser caradura y vivir a la gente. Y no me gusta, si no tengo plata para salir no salgo. Por ahí lo permito pero a veces me niego, por culpa, más que nada.

    Que andes bien

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