Don't die a copy.

Este es uno de los temas que más leí en blogs, y si, es increíble la cantidad de personas que copian los enlaces, imágenes e incluso post idénticos y se llevan los créditos. Es una de las cosas que más me molesta en la vida, la copia, la mentira, el engaño.

Sé -y me queda clarísimo- que soy una copia, todos somos copia. Seguimos un patrón de vida, copiamos a nuestros padres, hermanos, tíos. Aprendimos a caminar copiando a mamá, aprendimos a hablar diciendo exactamente lo que escuchábamos. Imitamos lo que nos gusta, lo que nos es agradable a los ojos o al corazón. Imitamos a nuestra actriz preferida, copiamos el look de la actriz más influyente. Y no está mal chicos! Lo hacemos porque así, poco a poco vamos a encontrar nuestra identidad. Vamos a encontrarnos.

Imitar, copiar, plagiar, es parte de nuestra vida. Pero Llega un momento en el que te cansas, se acaba. Encuentras nuevas cosas, descubres otras cosas y ahí empiezas a ser original. Empiezas a ser tú y no un compilado de muchos otros. Ser original no es inventar algo nuevo, eso no existe, ya todo está inventado, ser original es hacer algo distinto y digno con lo de siempre.

No me da bronca ver que mis primos pequeños quieran hacer las cosas igual que yo. No me da bronca que quieran peinarse como yo. No me da bronca que quieran y lo hagan. Me da bronca que alguien adulto, alguien maduro, alguien que ya sabe quién es, me copie. Cada quien es como es y nunca vas a sacar nada tratando de ser como el otro. Es más, se te voltea el pie y todo sale mal. Busquemos nuestro camino, probemos cosas distintas, rompamos esquemas. Pero hagámoslo porque queremos y nos dieron ganas. No porque Nidya, Juana o Mariana lo hicieron.

Siéntase seguros y orgullosos de lo que son, no pretendamos caerles bien a todos, no pretendamos hacer feliz a todo el mundo. Cada uno es especial como es, con sus cosas buenas y con sus cosas malas. No hagamos de eso tan especial una malísima y fea copia.