18.6.11

Walking





Camino más rápido que el resto, hablo más rápido que el resto,  pienso más rápido que el resto [igual esto no quiere decir que siempre piense asertivamente, generalmente me equivoco] Vivo más rápido que el resto. Vivo contra el tiempo, salgo 20 minutos antes pero camino como si estuviera 20 minutos atrasada. Está en mi naturaleza, siempre tengo algo para hacer, algo que me falta, algo que terminar. Una cosa en mi listita que no puede esperar. Vivir organizada, cronometrizada, ordenada, esta bueno pero llega un momento en el que uno necesita caminar y poder ver a su alrededor, caminar lento, caminar por placer. Vivir, no existir. Esta semana no sentí nada, viví a mil y me olvidé de todo lo que viví. Esperé ansiosa a que llegue el viernes, el examen de historia que como siempre es el mejor de todos pero igual me angustia. Que llegue la libertad, porque sí, esa era la única manera de vivir. De volver  a sentir. El viernes a las 17 volvía a ser yo [sí, tenia fecha y hora], volvía a hacer algo por placer. Y bueno, fue tal cual. Volví distinta, volví organizada y con listita en mano. Pero con la lista del corazón, vine dispuesta a hacer lo que quiera y que nadie me diga nada. Ayer tuve una de las mejores tardes-noches de mi vida y no me tuve que ir de fiesta o salir a comer. Simplemente hacer lo que me gusta, sentarme frente a Milenita y que mis dedos se apoderen de mi vida. Leí los blogs que quise, tome leche con galletas, e inicie nuevamente mi romance con cuevana y Casi ángeles. Baile y cante como Katy Perry, como si fuera el último día de mi vida. Dormí temprano y leí mi libro de psicología. Yo no sé mucho, pero hay cosas en la vida que ni en un millón de años van a volver y yo hoy estoy convencida que nadie me va a volver a dar los 15 años para volver a vivirlos, así que mas me vale vivirlos como hay que vivirlos. Como a mí me haga feliz. Y pueden decirme tonta, geek, infantil porque ves casi ángeles. Puede decirme lo que quieraaaan. Porque yo así, así como estoy, estoy feliz.
 Y claramente, volví a sentir placer. Volví a ser yo, la Nidya que disfruta de cada minuto y de cada cosa de su día. Encontré eso que me hacía falta para detener el mundo, respirar y vivir; y lo encontré en lo más simple, en lo de siempre. En caminar lento, en reírme de mí pelo, en ducharme y salir muriendo de frío. Estas son esas pequeñas grandes cosas que me hacen tan feliz, y las perdí por una semana pero son tan lindas que volvieron al primer llamado. Gracias Chicas!

Igual no prometo caminar lento siempre eh!…

*Escribí mentalmente mientras caminaba del cole a casa ayer, por eso el título*



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