12.3.11

Sol, Sol, Sol

Hoy fue uno de esos días que uno no quiero olvidar nunca, uno de esos días que no es perfecto -porque está claro que lo perfecto no existe- pero es suficientemente lindo para tomarlo en cuenta. Hace más o menos tres semanas decidí cambiar las cosas, tome una decisión muy importante, una decisión radical. Primero dude como cualquiera, tuve días de tormenta, días de arrepentimiento, días de tristeza y días de soledad. Pero hoy la vida me demostró que elegí bien, que ya no estoy más perdida que cebolla en una mousse, que estoy por el camino correcto. Por primera vez en mi vida estoy eligiendo lo que quiero y no lo que debo elegir, estoy haciendo las cosas por instinto, porque yo lo quiero y porque mi corazón y mi cabeza están de acuerdo. Desde ahora me dejó de importar lo que me digan los demás, lo que me hayan dicho o lo que me vayan a decir. Desde hoy aprendí a hacerlo porque sí y porque me dieron ganas. Sí, se me vino un bolonqui que no se lo deseo a nadie, pero como siempre digo después de las tormentas sale el sol, nunca perdí la fe. Esperé, la pase mal, y hoy justo hoy la tormenta pasó y salió el sol para mí. El sol se vino con todo, todo y eso me hace sentir muy bien porque por primera vez valió la pena caminar bajo la lluvia.

Es medio [muy] paradójico que alguien este feliz con los nuevos libros de mate que tiene que estudiar, con los 30 libros que tiene que forrar y con lo mucho que tiene para leer. Pero sí, soy paradójica y estoy muy feliz de volver a estudiar sin respirar.
Este es uno de esos días donde no hay cosa que me haga infeliz. Nada.





PD: No crean que soy inhumana y que me golpeó cero lo de Japón, la verdad me da muchísima pena y bronca que la naturaleza ataque de esta manera y todas mis oraciones están con Japón, deseando que lo más pronto posible salga el sol para ellos. Oremos por Japón y brindémosle mucha buena energía y fuerza. 


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